Nuestro rostro es la primera carta de presentación que tenemos ante la sociedad, tener un cutis bonito no es cosa de milagro divino solo hay que poner atención a los cuidados que le damos a nuestra piel y de esa forma seguro que tendremos un hermoso cutis que lucir ante el mundo.
Por mucho que limpies tu cara todos los días, siempre quedan restos que exigen un tratamiento más profundo. La limpieza facial además de ser un tratamiento estético nos ayuda a mantener saludable una de las zonas más delicadas de nuestro cuerpo. Es de vital importancia saber que diariamente estamos expuestos a muchas agentes como la contaminación, humo de tabaco, residuos de maquillaje, etc. Los beneficios de las limpiezas son muchos, favorece la renovación celular, hidratación de la piel, despigmentación de zonas obscuras, entre otros.
Este procedimiento se realiza utilizando jabones y productos que van directamente relacionados a las necesidades de cada tipo de cutis. Una limpieza facial puede durar entre 50 minutos y una hora y media, dependiendo del tipo de tratamiento al que se desea someter.
Antes de realizarte la limpieza de cutis, nuestras especialistas evaluarán tu tipo de piel para ajustar el tratamiento a tus necesidades.
1. – La piel seca: apenas tiene impurezas, suele ser tirante y tiende a la formación de escamas y arrugas. Los poros en general son poco perceptibles, la superficie de la piel luce opaca y está deshidratada.
2. – La piel grasa: se caracteriza por tener poros grandes y abiertos. La piel es gruesa, su superficie es húmeda y presenta una buena hidratación.
3. – La piel mixta: suele ser grasa en la zona “T” del rostro mientras que en los pómulos es áspera y tirante.
Los pasos para dicho procedimiento son los siguientes:
1. Limpieza. Consiste en quitar el maquillaje y limpiar la piel aplicando una loción de limpieza para ayudar a quitar la grasa y algunas impurezas de la piel.
2. Exfoliación. Esta parte se acostumbra realizar con productos granulados que remueven las células muertas que hay en la superficie de la piel. Todos los días la piel se renueva y las células que van muriendo salen a la superficie, si no se extraen tapan el poro y con ello pueden llegar a aparecer abscesos.
3. Vapor y extirpación. Un baño de vapor permite que los poros abran y la limpieza profunda sea más efectiva, cuando se tienen puntos negros y espinillas se realiza una extracción la cual ayuda a lucir una piel más luminosa, lisa y sin imperfecciones.
4. Alta frecuencia: se coloca una loción calmante para después de la extracción o alta frecuencia que atreves de su corriente funciona como bactericida y ayuda a cerrar el poro.
5. Mascarilla. Después de extirpar viene la mascarilla que ayuda a hidratar la piel, en el tiempo de pose se realiza un rico masaje relajante en hombros para que la experiencia sea lo más relajante posible.
6. Humectación. Todo facial debe terminar con la aplicación de cremas humectantes en la cara, cuello y contorno de ojos. También es necesario aplicar protector solar, ya que diariamente nos encontramos expuestos a rayos uv lo cual hace que aparezcan manchas y arrugas.
¿A quién va dirigido?
Este tratamiento es para todo tipo de pieles ya sea seca, sensible, mixta, grasa etc.
Contraindicaciones: exposición prolongada en el sol o haberse realizado un peeling días antes.
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